Hace más o menos un mes, día arriba día abajo estaba revisando mi correo como siempre y vi un mail que me había enviado Amnistía Internacional. Desde hace algún tiempo siempre que me mandan uno para firmar por alguna causa lo hago, pero ese día quise llegar un poco más allá, y entre en su web por ver si podía hacer algo más, quería colaborar de forma más directa en todas las causas por las que ellos abogan y sentirme un poco menos impotente ante tantas injusticias, así descubrí la Red de Acciones Urgentes y decidí unirme a ella. En principio no tenia mucha fe la verdad no pensaba que funcionase realmente pero decidí embarcarme a ver que pasaba. A los pocos días recibí la primera acción, se trataba de enviar varias cartas, mails o fax a varios altos cargos del gobierno del Congo abogando por un sindicalista llamado Pépé Nginamau Malaba que representa a los miembros del sindicato del Ministerio de Economía y Comercio. Fue arrestado el 19 de enero en Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo. Desde entonces permanecía detenido en régimen de incomunicación, situación en la que corría peligro de que le sometiesen a tortura y otros malos tratos. Amnistía Internacional considera que se trata de un preso de conciencia, detenido únicamente por haber ejercitado de forma pacífica su derecho a la libertad de expresión.
Pépé Nginamau Malaba fue arrestado por cinco agentes del servicio nacional de inteligencia (Agence nationale de renseignments, ANR) cuando se dirigía a entregar al primer ministro un memorándum del personal en el que se afirmaba que el ministro de Economía y Comercio había malversado fondos públicos entre los que habían fondos destinados al pago de bonificaciones al personal. Así que ni corta ni perezosa decidí enviar los mails, esperando a ver si se conseguía cambiar algo. Cual no fue mi sorpresa cuando al cabo de los días recibí otro correo explicándome que lo habíamos logrado, gracias al correo masivo y a las cartas enviadas por todos los activistas desde todas las partes del mundo la situación de Pépé había cambiado.
El 17 de febrero, tras pasar un mes detenido ilegalmente en régimen de incomunicación, el dirigente sindical Pépé Nginamau Malaba fue transferido a la prisión central de la capital congoleña, el Centro Penitenciario y de Reeducación de Kinshasa (Centre Pénitentiaire et de Rééducation de Kinshasa, CPRK).
El 19 de febrero, Pépé Nginamau Malaba compareció junto con su abogado ante un juzgado de primera instancia de Kinshasa, donde se le impuso una orden de prisión preventiva por cargos de falsificar documentos.
En el Centro Penitenciario y de Reeducación de Kinshasa, Pépé Nginamau Malaba tiene acceso a representación letrada, visitas de sus familiares y cuidados médicos básicos. Amnistía Internacional considera que ya no corre peligro de que lo sometan a tortura u otros malos tratos. No obstante, la organización teme que sea un preso de conciencia y seguirá su caso de cerca.
Así que ya veis parece que funciona realmente, yo voy a tener fe en que si y seguiré involucrada dentro de mis posibilidades, es de la única manera que siento que por lo menos soy útil en algo.
Un saludo y hasta pronto.
